Parece
que ha pasado más tiempo desde la vez que venimos a conocer Barcelona; tal vez
es porque han remodelado en estos años o tal vez es porque en verdad sí se
siente la crisis económica cuando uno camina por la ciudad.
Cuando
viajamos juntos en 2006 recorrimos en una semana lo que, como turistas,
debíamos conocer (la Rambla, todo aquello de Gaudhí, el Estadio Camp Nou, la
Sagrada Familia, algún restaurante de Tapas y demás). El ánimo siempre era de
fiesta; Oveja Negra y “shots” por todos lados era lo que parecía de alguna
manera lógico. Eso es lo que se respiraba por acá. Siempre fiesta.
En 2008,
justo dos años después, nos encontramos con una Europa que empezaba a hablar de
la crisis. En esa ocasión no pisamos Barcelona por un cambio de planes que nos
llamó a Grecia… el destino nos llevaría entonces a otro país que también las ha
pasado duras. Fiesta también. Siempre Fiesta.
Pero
hace dos semanas llegamos juntos a Europa para otra cosa.
Las
calles que recorremos de Barcelona son las calles de una ciudad diferente. Sí
que hay gente pidiendo limosna y mendigando por la calle. También es cierto que
los vendedores buscan nuevas alternativas que suelen ser, ante la crisis
canija, más creativas. Digamos, de otra manera, más desesperadas. La cifra del
55% de desempleo entre los jóvenes de 16 y 24 años y el 25% de desempleo
general en España no mienten; los recién egresados deben tener hasta tres
trabajos para cumplir con los gastos que implica el hecho de vivir lejos de los
padres, como están acostumbrados a hacerlo. Eso, si son del ahora exclusivo 45%
que sí encuentra algún “jale”. Otros, como quienes tienen la suerte de trabajar
en el sector comercial y atender grandes tiendas, prefieren dedicar el domingo
a ver fútbol y tomar un descanso.
Lo
cierto es que Barcelona sigue siendo muy bonito, pero ahora veo lo que antes no
veía y también dejo de ver lo que antes era la atracción principal. Y es que
las primeras dos semanas en Barcelona han sido de un trabajo común y corriente
(todos los días termino en la oficina a las mismas horas, incluyendo sábados y
domingos) pero, eso si, siempre apasionante; ustedes saben lo que para mí
significa estar en contacto con cualquier tema del fútbol.
En
la oficina, como en típico chiste mexicano, las historias diarias siempre
empiezan así…
…Estaban
en una oficina un inglés, un húngaro, un italiano, un madrileño, un catalán y
un mexicano (ese soy yo representando a los que aquí venimos viajando). Este es
hasta ahora el equipo de trabajo de Siine y Referee Pro.
Por
otro lado y antes de despedirme, si vienen a visitar Barcelona sin mí háganle
un favor a la gente de acá: No pasen todos los días “bien pedos” por la calle
gritando tontería y media y haciendo pipí por las calles. No está chido que no nos
dejen dormir y la gente de por acá ya sueña a los turistas.
Venimos
viajando por una Barcelona sin Rambla.
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