domingo, 13 de enero de 2013

La cuarta entrega de Venimos Viajando: Introducción

Hola.

Como ya se ha vuelto una costumbre, hoy vuelvo a invitarlos a que viajemos juntos. Ésta es la cuarta ocasión que lo hacemos. Han pasado más de 6 años desde que lo hicimos por primera vez; aquel primer viaje empezó en Mónaco en 2006.

Desde entonces, viajar juntos ha sido divertido, porque recuerden que ustedes agregan un sabor muy especial a mis aventuras; en ocasiones aventuras divertidas, algunas otras desafortunadas.

Desde una graduación en Mónaco y cruzar la ciudad caminando a punto de amanecer... hasta dormir en la banca de un parque en Austria por falta de planeación y habitaciones disponibles. Desde unas vacaciones para esquiar en Aspen... hasta caminar "crudo" en el desierto de Jordania a más de 40 grados centígrados y tras menos de 2 horas de sueño.

Así han sido nuestros viajes. ¡Sí! Recuerden que son NUESTROS viajes porque lo que les cuento es lo que vivimos todos juntos, no sólo yo. Además, tengan en cuenta que soy tan distraído que necesito que me estén cuidando la espalda... así que ahí les encargo...

No sabemos qué sucederá en este cuarto viaje que inicia en Barcelona con escala en Nueva York y que emprendemos juntos; de ahí que podemos llamar siempre a los viajes una aventura. Lo que sí sabemos es para qué vamos y para qué no vamos; hoy no vamos a ver mujeres en playas nudistas, ni a tomar todo el alcohol que nos sea posible en la Oveja Negra. Por otro lado, tampoco vamos cargando un libro de Lonely Planet bajo el brazo (¿Por qué no decimos bajo el Sope o el Sobaco? Al final es ahí donde acomodamos los libros, ¿no?) ni buscando hostales de última hora.

Hoy vamos a seguir imaginando un sueño que inició hace un año bajo las teclas y la pantalla de una computadora y que al final se ve reflejado en un Smartphone que queremos ver en las manos de todos los árbitros de fútbol de cualquier nivel.

Hoy empacamos con rumbo al Viejo Continente y metemos en las maletas lo siguiente: ropa, zapatos, libros, computadora, celulares, cargadores, artículos de higiene personal (¡Ay! ¡Qué mamón!), botellas de tequila para regalar (como siempre) y sueños. Muchos sueños...

Hoy no viajo solo.

Venimos viajando juntos...








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